Tiene algo mágico el trazado australiano de Phillip Island que muchos aseguran no poder explicar. Lo que sí está claro, es que en el plano deportivo ha acogido algunas de las carreras más épicas. Fue en ese mismo circuito, en 2023, cuando Johann Zarco conseguía llevarse la primera victoria en MotoGP. La historia se repitió dos años después, pero con distinto protagonista: Raúl Fernández.
El piloto madrileño volvió a recuperar la fe el domingo, tras llevarse una muy esperada victoria, convirtiéndose así en el 18º piloto de la parrilla actual en haber logrado, al menos, una victoria en la categoría reina. Reconoció haber tenido dudas hace unos meses y no haber querido continuar debido a la falta de resultados y la desmotivación. Pero logró su recompensa.
Ya pisó el podio en la carrera al ‘sprint’ de Indonesia y también en la del sábado en Australia. Pero nunca jamás había logrado descorchar el champán en la categoría reina, algo que terminó llegando por todo lo alto el domingo, con una victoria.
Ha sido una larga travesía para Raúl. En Moto2, en 2021, estuvo peleando por el mundial con Remy Gardner, su compañero de equipo en el Red Bull KTM Ajo, hasta la última carrera. Ganó 8 veces, logró otros 12 podios y se hizo con 7 de las poles del calendario. Su buen hacer en las categorías inferiores le valió el debut en la categoría reina en 2022, de a mano del equipo satélite de KTM, el Tech3. Y desde entonces, el camino no ha sido fácil.
Un camino largo
Aquel primer curso terminó con resultados muy lejos del potencial de su pilotaje. Se marchó en 2023 al satélite de Aprilia (entonces CryptoDATA RNF, actualmente Trackhouse), y con el paso de las temporadas, cada vez se va acercando más a las posiciones de podio.
Y gran parte de la culpa, tal y como ha explicado él mismo, ha sido del equipo humano que le acompaña tanto a nivel personal como profesional. Especial mención a Davide Brivio, jefe del equipo, quien ha confiado en su potencial desde el momento en el que fichó por el equipo estadounidense.
La mano derecha de Rossi
Brivio, quien empezó su vínculo con el ‘motorsport’ al ser piloto de motocross, es una figura clave en el ‘paddock’, con experiencia en distintas fábricas. A lo largo de su trayectoria, ha logrado seis títulos mundiales de pilotos, cuatro títulos de constructores y seis títulos de equipos. Siempre con una sonrisa en la cara, Brivio ha sabido cómo manejar todo box en el que ha aterrizado a las mil maravillas.
Su inicio en el mundo de las carreras fue en 1990, cuando aterrizó en el ‘paddock’ de Superbikes como jefe de prensa del piloto italiano Fabrizio Pirovano. En 1992, se convirtió en el director de equipo de la División Belgarda Yamaha Racing, y siguió vinculado con la marca hasta 2001.
Valentino Rossi, Colin Edwards and Davide Brivio, posing at the presentation of the Yamaha team, in 2006 / EFE
Su buena gestión lo hizo debutar en el equipo oficial de Yamaha en MotoGP. De hecho, Brivio jugó un papel crucial a la hora de persuadir a Valentino Rossi para que dejase atrás su exitosa etapa en Honda (tras resultar campeón en 2002 y 2003) y se uniera a Yamaha en 2004, en uno de los cambios de equipo más recordados de la historia del motociclismo.
De 2004 a 2010, Brivio y Yamaha cosecharon cinco campeonatos de pilotos (Rossi en 2004, 2005, 2008 y 2009, y Jorge Lorenzo en 2010) y cuatro campeonatos de constructores (2005, 2008, 2009, 2010).
Con la marcha de Valentino a Ducati, Davide pasó a ser consultor en el programa de desarrollo de pilotos de la academia del piloto de Tavullia, de la que han salido pilotos como Franco Morbidelli, Marco Bezzecchi o Andrea Migno, entre otros.
Suzuki y el regreso a lo más alto
En 2013 dejó sus funciones para unirse al nuevo proyecto de Suzuki, que volvía al campeonato tras abandonarlo en 2011. La marca japonesa regresó para la temporada 2015 con Brivio a los mandos. Fueron años complicados, pero poco a poco se vieron los resultados del trabajo duro. Y Brivio, con paciencia y construyendo una familia más que un equipo, ayudó a obrar el milagro. Maverick Viñales subió al podio en Le Mans en 2016 y logró una victoria en Silverstone, seguido de dos podios más para cerrar el año.
Todo esto provocó que el equipo perdiese las concesiones para ayudar en el desarrollo en su moto, lo que llevó a un 2017 complicado, una temporada especialmente gris. Pero las recuperaron en 2018. En 2018, el equipo volvió a lograr nueve podios, y en 2019, Álex Rins obtuvo dos victorias: una en Texas y la otra en Gran Bretaña.

Davide Brivio celebrating Joan Mir’s world title with Suzuki / X
Finalmente, en 2020 Suzuki lograría dos victorias y once podios en el camino hacia el Campeonato de Equipos y el Campeonato de Pilotos, que se llevó Joan Mir. Fue el primero para la marca nipona desde 2000, el curso en el que Kenny Roberts Jr. se anotó el Mundial.
Aterrizó en su equipo actual tras tres campañas en la F1, después de ‘fichar’ por Alpine en 2021 y aterrizar por primera vez en la Fórmula 1. Su regreso al mundo de las dos ruedas, generó una gran expectación. Y no es para menos. Porque todo lo que toca Brivio acaba convirtiéndose en oro. Bien lo sabe el Trackhouse.
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