En el marco del programa de conmemoración del 50º aniversario de la muerte de Franco, Barcelona ha acogido este lunes el encuentro intergeneracional ‘Aprender del pasado para construir el futuro’, acto que ha empezado con la proyección del anuncio institucional ‘La democracia es tu poder, defiéndela’, en el que se dicen cosas como “poder ser de izquierdas, de derechas o no ser de nada”; o “poder haber llegado en patera y que tu hijo juegue en la selección española”, en clarísima alusión a Lamine Yamal, para conectar con el difícil público, alumnado de secundaria de dos institutos catalanes, que han participado en una mesa redonda junta a Carlota Falgueras y Conxita Sánchez, dos mujeres represaliadas por el franquismo, defensoras de “lo colectivo” para “vencer al miedo”, que han invitado a los chavales a mirar el mundo con mirada crítica.
“La especulación del urbanismo franquista hacía que la gente trabajadora viviera en lugares inhóspitos sin escuelas, sin ambulatorios… y ahí cogimos conciencia política”
Organizada por la delegación del Gobierno en Catalunya, el Departament d’Educació i FP y la subdelegación del Gobierno en Barcelona e impulsada por el Comisionado por la Celebración de los ’50 años de España en libertad’, la charla ha sentado a dos mujeres que sufrieron la represión franquista, que han contado sus experiencias a un grupo de estudiantes de secundaria que han escuchado con interés más que hablado.
“Trabajaba en una fábrica en la que casi todas éramos mujeres y cobrábamos mucho menos que los hombres. Confrontar esas injusticias también te daba la fortaleza para luchar”, señala Conxita, quien subraya que luchaban por poder “vivir con dignidad”. “La especulación del urbanismo franquista hacía que la gente trabajadora viviera en lugares inhóspitos sin escuelas, sin ambulatorios… y ahí cogimos conciencia política. Empecé a militar en Bandera Roja, y en el PSUC, después. Trabajábamos desde lo colectivo: las asociaciones de vecinos, los sindicatos, partidos políticos…”, relata. “Todo ilegal“, apunta Carlota.
Ciudadanas de segunda
Ambas recuerdan cómo la mujer estaba “sometida totalmente, primero sometida al padre y después sometida al marido”. “Éramos consideradas ciudadanas de segunda y eso también nos hacía rebelarnos”, añaden.
Carlota narra que se exilió para no entrar en la cárcel, y Conxita revela que se casó con su compañero para poder ir a verle a la Modelo, ya que al no estar casados no le permitían ir a verle. “Con Franco aún vivo y me casé toda vestida de rojo, eso sí”, puntualiza. A ella la habían detenido por repartir octavillas para la manifestación del 1 de mayo de 1974. “Me llevaron a la Via Laietana con lo que todo el mundo sabe que significa que te enviaran a la comisaria de la Via Laietana. Nos casamos para que cuando uno de los dos entrara en la cárcel, el otro pudiera ir a verle”, prosigue.
“Había chicas que por una supuesta mala conducta, por salir a divertirse, podían ser encerradas en el Patronato de la Mujer”
La ‘influencer’ Maria Vallespí, presentadora del acto, escucha los testimonios de las dos mujeres con genuinas ganas. “Gracias por ser tan valientes“, les repite la joven creadora de contenido mientras Carlota explica a los chicos que “dentro de las familias había represión, por miedo, por el qué dirán”. “Había chicas que por una supuesta mala conducta, por ir a divertirse, podían ser encerradas en el Patronato de la Mujer”, apunta.
Conxita and Carlota, this Monday in Barcelona. / Sandra Román
Aunque el diálogo intergeneracional era el plato estrella, el acto ha contado también con la intervención de la consellera de Edució i Formació Professional, Esther Niubó, y con los profesores David Fernández de Arriba e Isabel Alonso Dávila, quien ha empezado citando a Olivier Guez: “Cada dos o tres generaciones, cuando se agosta la memoria y desaparecen los últimos testigos de las masacres anteriores, la razón se eclipsa y otros hombres vuelven a propagar el mal”.
“Vuestra ‘playlist’, vuestras series, los videojuegos que os gustan, las cuentas que seguís en TikTok o en Instagram. Todo eso pasaría por un censor”
Profesor de Historia en el instituto Can Peixauet de Santa Coloma de Gramenet, Fernández de Arriba señala a la dependencia de iniciativas individuales (profes motivados que quieran explicar bien el franquismo) y a la extensión del temario de ESO (no llegas), como principales escollos de que esta parte de la historia reciente no se explique al alumnado como se debería.
“Es difícil llegar al franquismo, y aún más a la transición para trabajar bien el franquismo en el aula; se pueden contar con los dedos de la mano los institutos en los que se llega a la transición en 4º de ESO”, señala el docente, un gran defensor del cómic como herramienta didáctica. Sube al escenario con una pila de recomendaciones bajo el brazo que algunos estudiantes anotan. ‘El ala rota’, El arte de volar’, ‘Hierba’ o ‘Heimat’. “Para más recomendaciones de cómics me podéis escribir”, se despide.
Cierra el acto Carlos Prieto, delegado del Gobierno en Catalunya, quien reitera que “no hablamos de pasado, hablamos de futuro”. “Estas libertades y derechos de los que disfrutáis ahora no existían”, les advierte y les reta a un ejercicio de imaginación. “Vuestra ‘playlist’, vuestras series, los videojuegos que os gustan, las cuentas que seguís en TikTok o en Instagram. Todo eso pasaría por un censor. Aitana, censurada. Bad Bunny iría directamente a la cárcel. Series como ‘Élite’, ni de broma. Por los diálogos, estaría prohibido hasta ‘Bob Esponja’. Toda vuestra vida daría un vuelco impresionante”, repasa el delegado del Gobierno, quien advierte a los chicos de que la democracia hay que defenderla.
“¿Dónde está escrito que esto no puede volver a pasar? ¡Pero si ya está pasando en muchos países! Puede parecer ciencia ficción, pero es real. La dictadura de Franco no la vivisteis, pero vivís otra, la dictadura del algoritmo. Sed críticos“, zanja.
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