El fútbol es tan impredecible que ni un gasto estratosférico de 482 millones del campeón de la Premier vale para nada. Si no que se lo pregunten al Liverpool, que este sábado consumó la cuarta derrota consecutiva en liga. Los de Arne Slot volvieron a evidenciar todas sus carencias en una derrota que ya no puede quedar como anécdota.
Desde el pasado 20 de septiembre el Liverpool no sabe lo que es ganar en Premier y tras un inicio con pleno de victoria están ya fuera incluso de las posiciones europeas. Cierto es que las victorias iniciales fueron muchas en el último suspiro, por la mínima y generando muchas dudas. Algo que se intuía como un período de adaptación para un equipo que consiguió en el mercado a piezas de las más preciadas en todas las líneas del campo.
Wirtz, Isak, Frimpong…. una gran suma de estrellas que completaban un equipo que deslumbró en la temporada pasada y que apuntaban a forjar un equipo temible no solo en la Premier, sino también en Europa. Pero la realidad ha quedado muy lejos de ello.
“Es decepcionante”. Así de claro lo dijo Arne Slot tras la derrota ante el Brentford que les puede dejar ya a siete puntos del Arsenal (si los ‘gunners’ ganan este domingo al Crystal Palace). “Esperaba un mejor rendimiento, porque el de hoy estuvo lejos de lo que estamos acostumbrados” afirmó el técnico holandés, que pese a gozar de un triunfo holgado ante el Eintracht de Frankfurt (1-5) en Champions, volvió a ver que su equipo necesita mucha mejora.
SUMA DE PROBLEMAS
“La única forma de salir de él es trabajar aún más duro, correr un poco más y cuidarse un poco mejor” comentaba Robertson tras el partido de un Liverpool que ha encajado ya 14 goles en Premier League. Un dato más que preocupante, sobre todo echando la vista atrás donde la pasada campaña solo concedió 41 en los 38 partidos totales.
Alexander Isak, most expensive signing in Premier League history / VINCE MIGNOTT
Es evidente que el rendimiento deportivo del equipo está lejos de lo esperado, pero no es el único gran problema que sobrevuela en Anfield. Ni Wirtz ni Isak, los dos grandes fichajes por los que desembolsaron cantidades desorbitadas de dinero, están sabiendo adaptarse al equipo por distintos motivos. Además, la gran estrella del equipo, Mohamed Salah, está siendo también señalado por su rendimiento y por su actitud a la hora de aceptar el rol más secundario del que está gozando esta temporada.
Sin duda, el Liverpool parece haberse convertido en la casa de los líos en apenas unos meses y cuando todo parecía encaminado a un año de disfrute deportivo. “Los equipos tienen un estilo de juego concreto contra nosotros, que es una estrategia muy buena, y aún no hemos encontrado la respuesta. Encajar un 1-0 a los cinco minutos tampoco ayuda mucho. Incluso hoy, a pesar de no jugar bien, somos capaces de marcar dos goles y crear más ocasiones. Pero no puedes ni siquiera competir. No competimos porque simplemente encajamos demasiados goles y eso no es algo solo de la defensa, es de lo que hacen los 11 jugadores juntos” apuntó Slot tras la última derrota, aceptando que el equipo tiene un problema global y muy difícil de gestionar.
UNA REACCIÓN OBLIGADA
Pese al momento y a los números, al Liverpool no le queda otra que encontrar una solución a marchas forzadas. Su calendario hasta el próximo parón de selecciones no da tregua alguna y sus rivales no parecen los más propicios para sus intereses en el mal momento que atraviesan.
El Crystal Palace en Copa, Aston Villa y Manchester City en Premier y el Real Madrid en Champions. Los lamentos deben quedarse atrás si el Mega Liverpool de los casi 500 millones de euros no quiere ver como su herida se hace más y más grande.
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